Conéctate conmigo:

LA REPARTICIÓN DE LAS VÍRGENES

Kaynak görüntüyü göster


Bienvenidos al encuentro que definirá la ubicación de las 10.000 vírgenes por los próximos 500 años. Para los nuevos penitentes del purgatorio y otros televidentes que nos sintonicen a esta hora, es importante que recordemos que por tercera ocasión se ha de decidir el hogar de las vírgenes con una contienda futbolística masculina. Es un partido que se me antoja interesante de pé a pá porque sin duda los jugadores harán hasta lo imposible por conseguir su objetivo.

Vemos ingresar al equipo diabólico con todas sus figuras: Satán en el arco con el 66, quien prometió que no se le escaparía ni uno; en la línea defensiva el señor Carreño, que dice hará entradas muy limpias; y míster Truman que constituirá el ataque devastador, junto al señor Mao.

En el campo rival vemos que también se encuentran en labores de calentamiento los Dalais, el Cid campeador con sus peligrosos acercamientos de cabeza, y pese a la crítica por parte de muchos seguidores angelinos, vuelve a la titular el joven Lenon.

Mientras terminan los calentamientos vamos a hacer un breve recuento histórico de los otros dos encuentros. Nos remontaremos a la demanda contra el Más allá por parte de las hordas infernales, representadas por el doctor Kevin Lomax, debido al terrible aburrimiento que las consumía. Dado que no se pudo realizar el ajuste técnico para que la señal de DirecTv llegara hasta el averno por falta de cobertura, la jueza decretó compartir el entretenimiento al que tenían acceso en el paraíso, dando así de paso la oportunidad a las vírgenes para presentar el espectáculo que tan interesadas promocionaban. Se pactó un encuentro para definir quién recibiría a las vírgenes primero. Hubo gran expectativa hasta que se conoció la alineación oficial de los enviados desde el cielo: once niños promesa, de once años en promedio. Como era de esperarse, el partido terminó 8-0 a favor de los engendros demoniacos. El resultado no parece muy abultado, a menos que tengamos en cuenta que concluyó por goleada técnica luego de tres minutos de juego. 

El ardid inmaculado fue declarado como traición por parte de los malvados, al descubrir la profunda tortura de presenciar a las 10.000 haciendo la danza del pelo (toman casi tres años en acomodarse para empezar debido a la extensión de sus cabelleras) y escucharlas cantar la canción de los elefantes que se balanceaban desde el inicio hasta el final del acto. 

Por tal motivo los habitantes de las tinieblas apelaron y obtuvieron la revancha 500 años después. Esta vez con más expectativa, ambas escuadras hicieron lo posible no sólo por llevar sus peores jugadores sino que los entrenaron para que no hicieran un gol ni por casualidad. Al término de los 90 minutos, la adición, y once penas máximas, el partido continuaba 0-0. Así fue hasta que al portero seráfico se le ocurriera lanzarse por fin a tapar el penal definitivo, y en una confusa jugada, terminó metiendo el balón en su propia puerta. Lo sacaron alzado en hombros mientras los rivales lanzaban improperios y bramidos desesperados.

A los 499 años y armado de un diccionario enciclopédico, el equipo de los malditos consiguió otra (¿?) victoria en los tribunales cuando la jueza decretó que el vencedor del encuentro, en lugar de llevarse a las vírgenes, decidiría su paradero por la siguiente temporada. Ellas por su parte, se preocuparon por realizar un nuevo montaje para presentar. 

Y así llegamos a este momento en el que al fin podremos ver a ambas escuadras esforzarse verazmente por la victoria. Esperamos una transmisión llena de emociones dado que como todos lo tenemos presente, se decidió cambiar el escenario deportivo con el fin de facilitar el acercamiento a las porterías. Es por eso que enviamos la señal vía satélite desde el mismo ascensor de los pisos extraterrenales. Los veintidós jugadores han logrado entrar, con un poco de presión sobre los tres jueces. El espacio ubicado cerca a las luminarias ha sido destinado para nosotros los periodistas y hasta hay un palco de invitados colgando del techo.

Solo esperamos que quepa el balón para poder empezar y narrar el minuto a minuto. Ahora sí, que empiecen las emociones y que ruede la bola.






Es una alegría infinita volver al campo de juego.