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PELIGRO EN LA PUERTA

Una semana llena de noticias positivas (Ganamos el concurso de LaCuevadelLobo) y el inicio del mes de las brujas... ¿Cómo no darle un monstruoso saludo a este viernes con un cuento basado en una historia real?




La señora sostiene la puerta del garaje para que su hijo entre el auto. El frío le congela los dedos por lo que desea que él se apure. El hijo avanza cuidadoso, cuando siente que abren la puerta junto a él. No alcanza a ver nada más que el cañón de un revólver que le apunta. 

-Bájese, bájese –grita el hombre detrás del revólver-.

-Dios mío, dios mío, dios mío –no para de gritar la señora, mientras se acerca corriendo para rescatar a su hijo-.

-Quieta mamá, cálmese –le grita el hijo, asustado por el revólver que les apunta alternativamente-.

Atacada en llanto y con desgarradores gritos de dolor, la señora se detiene con sus brazos vibrando descontrolados y el cuello tieso, que la hacen parecer poseída.

-QUE SE CALME, MAMÁ –vuelve a gritar el hijo-, hay que pedirle que nos deje bajar a Isabela –agrega mirando al hombre-.

El asaltante revisa el asiento de atrás y se encuentra con la mirada inexpresiva de una adolescente de unos dieciséis años disfrazada de princesa. No le parece atractiva, tal vez muy pálida o muy seca, y decide abrir la puerta.

-Déjeme bajarla –dice la señora con desesperación-, déjeme a mí.

El asaltante sospecha algún truco, tal vez un arma oculta, así que abre la puerta sin dejar de apuntar a la joven.

De una zancada a todas luces imposible, la joven se abalanza sobre el asaltante con sus uñas apuntando hacia la cara. Un alarido como de un coro de almas infernales y un centenar de gatos quejumbrosos sale por la boca completamente abierta de la joven, que ahora escarba entre las cuencas de los ojos del asaltante. El hombre gime de dolor, hace un par de disparos, y la criatura lo muerde con ferocidad en el cuello, destruyendo laringe, tráquea y esófago cuando los agarra entre los dientes, y gira la cabeza con fuerza hacia los lados.

-Es un vecindario tranquilo –dice el hijo al comprobar que nadie los vio-.




Ésta semana estamos esperando que nuestro gerente operativo pueda ayudarnos a abrir una nueva sección en el blog, de noticias y asuntos logísticos, y se nos ocurrió: ¿por qué no preguntar qué queremos? ¿Hay algo que te hace falta en el blog, que sugerirías o que desearías con furiosas ansias? No olvides compartir a través de la red, porque es lo que alienta nuestro esfuerzo!