Conéctate conmigo:

VARA

Parece ser que si se publica antes de media noche, aún cuenta como Viernes. Grandes aventuras para ésta historia mutante, que se vale de un recurso del teatro. No olvides compartir y comentar.



JUEZ: Que el acusado proceda con su declaración libre de los hechos.

ACUSADO: Gracias, su señoría. Permítaseme dar una breve contextualización con fines ilustrativos.
Me encuentro afligido: mi forma de ver el mundo parece no ser la misma de la de los demás. Con la vara que midáis, seréis medido, dijo nuestro señor y sin embargo mi evaluación no parece prudente a los ojos de muchos. Verán ustedes: yo califico a las personas según su estilo en el fútbol. No me refiero a qué tan buenos sean porque así como hay talentosos, hay tantos más sin culpa alguna de su falta de talento. Es más, creo que las habilidades futbolísticas se desarrollan con el entrenamiento, el cuál tienen algunos la fortuna de realizar diariamente. Pero la pasión, la entrega, el sacrificio y el compañerismo, son cualidades que no cambian ni con el paso de los años. Por estilo me refiero a esas cualidades.
Por eso cuando mi mujer, aquí presente, después de tantas luchas y batallas campales por ser seguidora del rival eterno, luego de las humillaciones inferidas y recibidas en tanto tiempo, me dijo que no quería más sufrimiento, que se cambiaba de equipo, lo supe inmediatamente: en ella no se podía confiar. Había traicionado a su equipo y a mí, ¡me estaba traicionando o me traicionaría! No pude soportarlo y así terminé estrellando el televisor contra la cabeza. Yo la amaba, pero no le podía permitir que se me burlara en la cara.
Ese es mi pecado, su señoría: padecer de una obsesión enfermiza por la justicia y amar al fútbol con pasión por sobre todas las cosas. Ese es mi trastorno.

FISCAL: Objeción: el acusado refiere enfermedades como la obsesión y el trastorno sin pruebas científicas de su existencia, con el ánimo de influenciar al jurado.

DEFENSOR: Sin tener en cuenta la clasificación técnica del desorden, el acusado se refiere a su estado interno al momento de los hechos.

JUEZ: La objeción ha lugar. Se le indica al acusado referirse únicamente a los hechos.

ACUSADO: Sí, señor juez. Después de golpearla, tres veces, le pedí disculpas. No por hacerlo: lo repetiría de ser necesario. Lo que mea culpa es que no pude fue mantener el amor que le tenía. Me hirió en lo más profundo y no hay cómo remediarlo.

JURADO: ¡Oh!

ACUSADO: ¿QUÉ? ¿Es que ustedes no entienden su error? ¿No pueden sentir que la bajeza la cometió ella? Su traición me llevó a la locura, ella destruyó los principios que habíamos construido por años. ¡Lo que hizo no es humano!

JUEZ: Guardia, asegure al acusado.

JURADO: ¡Oh! ¡Ah! 

El guardia intenta retener al acusado con violencia, forcejean y es el acusado el que arroja al guardia por los aires en una vuelta que termina estrellándolo de espaldas contra el piso. El acusado toma el arma que se ha salido de la funda y la mueve con la gesticulación de su hablar, mirando directamente al juez.

ACUSADO: Señor juez, ¿usted de qué equipo es hincha?